viernes, marzo 16, 2018

LA «GUERRA FRÍA» DE PENCO POR EL GRUPO ESCOLAR EN 1958

          Don Luis Barra fue el corresponsal del diario La Patria, de Concepción, perteneciente a la cadena SOPESUR. Ese medio ya no existe, cerró allá por 1970. El señor Barra escribía muy bien y le gustaba enlazar situaciones locales con lo que ocurría en el mundo. Cuando preparaba sus textos para ser publicados apelaba a esa herramienta, sin duda, para hacer sus crónicas más entretenidas. Por esa virtud, la respetabilidad de su persona y el seguimiento que hacía de los hechos era estimado en el diario, donde sus notas tenían acogida y se las destacaba. Por ese motivo La Patria incluía más informaciones de Penco y Lirquén que el diario El Sur de la época orientado más a Talcahuano, la ciudad y el mundo.
          Traigamos a lo menos un testimonio de lo señalado más arriba. En el último trimestre de 1958, la comunidad de Penco recibiría oficialmente el Grupo Escolar frente a la plaza (hoy la Escuela Isla de Pascua) que estaba en su fase final de construcción. El inmueble de tres plantas, casi listo, había sido edificado por la empresa Danilo Valdovinos. El señor Barra vio que cuando se iniciaron los trabajos comenzó de inmediato un gallito soterrado de quién se quedaría finalmente con el Grupo Escolar.
Los contendientes eran la escuela 32 de niñas y la 31 de niños, que provenían del mismo caserón incendiado en 1955 y cuyos alumnos estaban repartidos en distintos establecimientos de la ciudad. Como en este gallito no había fuego de por medio sino que era sólo mostrarse los dientes, el corresponsal la calificó «la guerra fría de Penco». 
           El conflicto remató en el escritorio del director provincial de educación, don Efraín Campana Silva, quien sería el juez en el asunto, no fácil por lo demás. En tanto, don Luis Barra, seguía informando a través de La Patria los avances y retrocesos de esta disputa. Incluso un grupo de padres y apoderados de la N° 31, encabezados por el comerciante don David Queirolo (dueño de la ferretería «El Ancla»), llegó a la redacción del diario a estampar su preocupación porque a los niños de Penco ─no así las niñas─ se los dejaría afuera del nuevo Grupo Escolar. Dirigentes de la N° 32, en tanto, hacían movidas en la intendencia provincial para obtener la exclusiva y quedarse con el inmueble.
          En un intento por ponerle paños fríos a este conflicto, el señor Barra recordaba en sus crónicas que desde los inicios,  toda la comunidad había desplegado esfuerzos por construir el Grupo Escolar. Se incluían los profesores, los sindicatos de Fanaloza, de la Refinería, las empresas, el comercio. Y la idea central detrás del proyecto era contar con un local digno tanto para los niños como para las niñas de Penco.
Un segmento de una publicación del diario La Patria ( 1958, agosto) sobre el conflicto entre las escuelas.
          El señor Campana realizó una serie de visitas al nuevo edificio y cada vez recibía peticiones de uno y otro bando. Los apoderados de la escuela femenina y su directora la señora Ana María Benavente iban ganando terreno al punto que lograron que en el frontis se colocara la inscripción Escuela de Niñas N° 32. Sin embargo, por esos días asumía interinamente la dirección, la subdirectora señora Matilde Avendaño Larenas, por la salida de la señora Benavente. La N° 31, en tanto, tenía director nuevo, el señor Ricardo Henríquez Pérez, quien provenía de Coronel y había sucedido al profesor Amulio Leyton García.
Matilde Avendaño
Fue así que finalmente se entregó el Grupo Escolar a la N°32.  Fue un gran logro para el equipo femenino anotándose un triunfo en esta contienda. Los alumnos quedaron en su antiguo establecimiento, en las salas que se salvaron del incendio y algunas otras reconstruidas a medias del establecimiento de calle Freire. Sin embargo, el terremoto del 21 de mayo de 1960 modificó la situación y las cosas se ajustaron a como debió ser desde un principio.  Las autoridades educacionales dispusieron que la escuela 31 debía mudarse de inmediato al Grupo Escolar por lo que el establecimiento comenzó a funcionar alternadamente en dos jornadas como lo habían hecho ambas escuelas por 18 años en el inmueble que se incendió (donde hoy se levanta el Gimnasio Municipal).
          Así terminaba al menos por encima la guerra fría, intuida, descubierta y comunicada a través de la prensa por el corresponsal don Luis Barra. Decimos «por encima» porque las diferencias siguieron por debajo, donde el plantel docente de la 32 puso sus condiciones, por ejemplo el uso exclusivo del teléfono que había en su oficina. Los profesores de la 31 no tenían acceso. Pero, esa guerra es parte de otra historia. Hoy en día el Grupo Escolar es uno solo: Escuela Isla de Pascua.    

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